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En julio de 2021 estará traspuesta la directiva sobre datos abiertos y reutilización de la información del sector público (Directiva 2019/1024) que obliga a la administración pública a poner a disposición de todos, de forma libre y gratuita (con algunas excepciones), los conjuntos de datos de alto valor «documentos cuya reutilización está asociada a considerables beneficios para la sociedad, el medio ambiente y la economía, en particular debido a su idoneidad para la creación de servicios de valor añadido, aplicaciones y puestos de trabajo nuevos, dignos y de calidad, y al número de beneficiarios potenciales de los servicios de valor añadido y aplicaciones basados en tales conjuntos de datos» y que corresponden a los temas de Geoespacial, Observación de la Tierra y medio ambiente, Meteorología, Estadística, Sociedades y propiedad de sociedades y Movilidad.

Genial, todos los organismos públicos «el Estado, los entes territoriales, los organismos de derecho público y las asociaciones constituidas por uno o más de dichos entes o por uno o más de dichos organismos de Derecho público» estarán obligados a poner sus datos de alto valor a disposición de todos.

Siempre es estupendo que Europa se preocupe de que las administraciones públicas sean transparentes y compartan su información, pero aparte de las dificultades políticas, legales, procedimentales, técnicas o producto del simple y pertinaz obstruccionismo y patrimonialización del dato por parte del funcionario, lo realmente complicado, lo increíblemente complicado, es obtener el dato. Por extraño que parezca las administraciones públicas administran muy mal sus datos, y no son trasparentes, no porque no quieran, sino porque no pueden.¡No tienen datos!. O si los tienen están mal organizados, desactualizados, ocultos o más probablemente perdidos. Bueno vamos a matizar, en la administración pública hay tres tipos de datos, un poco como en todas partes, los sistematizados existentes que se utilizan en el día a día del trabajo y sin los que no se podría funcionar, los sistematizados que serían deseables pero no hay recursos para obtenerlos y los no sistematizados que vienen de fuentes variopintas en formatos también variopintos y que se guardan donde se puede. En realidad los no sistematizados no son estrictamente datos, suelen ser datos basura, ruido digital.

Cuando la administración tiene que presumir de ofrecer datos abiertos suele recolectar todos los no sistematizados y ¡hala! los publica, que no se diga, aunque no sirvan para nada. Si quiere ser transparente entonces publica su estructura orgánica y los sueldos oficiales del personal político, ¡que más transparencia se puede pedir!. Pero de los datos reales sobre qué hace cada departamento, qué asuntos tramita o cuál es el resultado real de su trabajo, esos no se suelen publicar, el pretexto es que son datos personales protegidos, y son éstos precisamente los datos sistematizados, esos cuyo ciclo de vida se rige por procedimientos que aseguran su calidad:  son datos completos y actualizados con una estructura bien definida, por eso son susceptibles de explotación, es posible extraer información agregada: balances, informes, indicadores, etc. En las administraciones públicas españolas suelen cumplir estas reglas los datos contables y de tesorería, los datos de impuestos y recaudación, los de padrón y censos, los electorales, los de contratación y personal y pocos más. Poco a poco se van incluyendo sistemas como los de gestión de expedientes y gestión documental a medida que se imponen sistemas de sencillos, en muchos casos en cloud, y se abandonan los sistemas basados en workflow muy caros de implantar y mantener.

Naturalmente el problema viene con los datos sistematizados para los que no hay recursos de obtención. Y precisamente, esos son los datos que la Directiva pretende abrir: los geoespaciales, los de medio ambiente, los de movilidad, estadística, meteorología… Son muy pocas las administraciones que pueden presumir de tener auténticos sistemas de datos espaciales, la mayoría tienen datos fragmentarios, poco coherentes y anticuados. Analicemos las causas:

La información espacial básica se forma mediante la cartografía, una representación del territorio obtenida por observación, normalmente mediante fotointerpretación. Siempre atrasada, siempre incompleta y muy cara. Nunca ha formado un sistema porque no ha sido posible habilitar procedimientos de actualización. La información de medio ambiente y meteorología se forma por interpretación de imágenes de satélite, monitorización y trabajo de campo, técnicas que solo están al alcance de las agencias nacionales y europeas. El Programa Copernicus es un buen ejemplo, y realmente ya tienen sistemas eficientes de datos abiertos, pero se pueden contar con los dedos. La información estadística suele estar también en manos de organismos estatales o regionales especializados y tienen sistemas de publicación bien formados. Sería deseable que las instituciones de ámbito local generasen estadística pero realmente solo lo consiguen hacer los grandes municipios, igual que los datos de movilidad, aunque en este caso es porque solo hay problemas de movilidad en las grandes ciudades.

Así que cuando la Directiva esté transpuesta nos vamos a encontrar que los organismos nacionales y regionales a los que afecte y las grandes ciudades ya disponen de plataformas de datos abiertos, aunque probablemente harán un esfuercillo por completarlas y demostrar su alto grado de cumplimiento de la Directiva. Pero serán las empresas públicas, las universidades e instituciones de investigación y sobre todos los medianos y pequeños ayuntamientos quienes verán la Directiva como imposible de cumplir, porque no tienen datos, porque no tienen recursos de publicación o porque no tienen recursos para obtenerlos.

Será en estas instituciones donde la aportación de urbiGIS sea más necesaria para

1.- Generar y reutilizar datos geoespaciales:

  • Por observación: se producen por agentes especializados que observan la realidad y extraen información a partir fotografías, encuestas de campo o muestras significativas. Son inmediatos y sencillos de realizar, pero son caros y dan una foto fija.
  • Por colaboración: se producen por agentes, no necesariamente especializados, que aportan datos como subproducto de su quehacer diario, habitualmente mediante un dispositivo móvil o fijo a través de internet. Son involuntarios cuando el dato se obtiene sin la participación expresa del agente, voluntarios cuando el dato se obtiene gracias a la participación expresa del agente y obligatorios cuando el dato se obtiene por la aportación obligada de un agente (normalmente como paso previo para obtener una autorización administrativa) Son inmediatos, sencillos y baratos, en el caso de los voluntarios tienen el inconveniente de que se depende de la voluntad de colaborar, algo que no siempre es posible. La colaboración es un método con posibilidades brutales para crear información porque puede convertir a millones de personas en sensores inteligentes.
  • Automáticos: se producen como subproducto de procesos administrativos reglados que aseguran su calidad y compleción (por ejemplo, un sistema de distribución y consumo de medicamentos georreferenciado genera un mapa automático de salud). Para su obtención es preciso que la Administración esté dotada de las aplicaciones y los modelos de datos adecuados. También se obtienen por este método los datos de sensores y sistemas robotizados que tengan capacidad de transmisión periódica de datos. La calidad del proceso y su universalización (no hay excepciones) determinan su utilidad, pero si ambos se cumplen son sin duda son los mejores datos disponibles.
  • Por síntesis: son los que se producen mediante la combinación de otros datos mediante algoritmos espaciales o estadísticos. Su calidad depende de la calidad y precisión de los datos de partida.

urbiGIS dota a los Gobiernos locales de los medios tecnológicos para producir todos estos datos 

2.- Almacenar datos geoespaciales

La información en el ámbito de los gobiernos locales es un enorme agujero negro alimentado por la heterogeneidad competencial, la ineficacia procedimental, la falta de medios técnicos y humanos, la insuficiente o inexistente digitalización, la apropiación individual de datos públicos y los abismos entre legislaturas donde la información desaparece. urbiGIS  proporciona almacenamiento de coste cero:

  • Evita que la administración pública dilapide dinero y recursos humanos en montar sistemas de información geográfica redundantes, dispersos y normalmente mal gestionados.
  • Asegura una información territorial actualizada y de mantenimiento colaborativo.
  • Asegura un entorno de trabajo homogéneo en todas las entidades, de forma que la capacitación de los recursos humanos para trabajar en una entidad les permite trabajar en otra sin curva de aprendizaje.
  • Permite que las mejoras tecnológicas y funcionales del software se distribuyan muy eficientemente entre todos los usuarios.
  • Actúa contra la tentación de patrimonializar los datos por los órganos competentes y facilita el flujo de datos entre las entidades porque todos participan de un entorno común de datos.
  • Determina una economía de escala en el coste de adquisición, mejora y mantenimiento del sistema de información y garantiza la seguridad de los datos ante desastres, intrusiones, sabotaje o cambio de responsables.
  • Evita que los cambios políticos en las entidades afecten a los datos.

3.- Publicar y compartir datos geoespaciales

Toda la información debe ser un recurso público. Por tanto, la plataforma debe permitir que cada Gobierno determine la apertura de sus conjuntos de datos bajo licencias como Creative Commons by Reference, de forma que puedan ser descargados en formatos estándar (SHP, KML, GeoJSON). De la misma forma los mapas que representen la información contenida en esos conjuntos de datos deben ser publicados mediante servicios de mapas estándar (WMS, WFS) de forma que sean accesibles desde cualquier aplicación cliente habilitada para utilizar ese tipo de servicios.

urbiGIS proporciona a cualquier institución un geoportal propio donde localizar, visualizar y descargar la información geoespacial propia o la vinculada desde cualquiera de los miles de servidores que están disponibles en su Catálogo de Mapas y Servicios de localización, por ejemplo https://urbigis.com/cuenca.maps es uno de los miles de geoportales que urbiGIS ha configurados para los municipios.

Y para todas estas facilidades no hay que esperar un año, ya están disponibles en urbiGIS.

Ignacio Arnaiz Eguren